miércoles, 22 de mayo de 2013

Antonio Palacios. Constructor de Vigo


1.- Introducción

Antonio Palacios Ramilo (1874-1945), nace en el pueblo pontevedrés de O Porrino (1), el 8 de enero de 1874. Durante la primera mitad del siglo XX despliega una gran actividad creativa en Madrid y en Galicia, durante una época de grandes cambios sociales, políticos y económicos en España. La crisis del 98 y la pérdida de Cuba supondrá una nueva reinterpretación de los valores culturales y una búsqueda de la riqueza interior, fomentado por los contenidos regionalistas de cada tierra. Aunque gran parte de la obra de Antonio Palacios se encuentra en Madrid, los viajes de veraneo a su tierra natal eran frecuentes, en los que recorría diversas poblaciones de Galicia. Parte destacable de su obra gallega se puede encontrar en la ciudad de Vigo, y en su Porriño natal. Su regionalismo se muestra como una opción más dentro del carácter ecléctico de su producción. Después de un período de grandes éxitos en Madrid que comparte con su compañero Joaquín Otamendi (Palacio de Comunicaciones, Hospital de Maudes, Banco Central, etc.), acentúa su vinculación con Galicia, aunque su lugar de residencia y trabajo siga siendo siempre la capital de España. Antonio Palacios también destacaba por tener una forma de vida sencilla, sin apego al dinero, trabajando muchas veces de forma desinteresada cuando se entusiasmaba con un proyecto. Fueron gratuitos todos sus proyectos de Porriño, Virxe de Roca, Templo Votivo do Mar etc…


2.- Vinculación con Galicia.

En el artículo “A cidade encantada de Montefaro”, el arquitecto expresa la atracción que siempre sintió por los impresionantes volúmenes graníticos que definen los paisajes de las proximidades de Porriño. El granito “Rosa de Porriño” le sirve de gran fuente de inspiración y siempre muestra su interés por destacar las cualidades de este material, convirtiéndose en el estandarte de sus proyectos. Ya utiliza granito pulido de Porriño en el año 1910, en las esbeltas columnas del Pavillón das Augas de Mondariz. Para conseguir mejores prestaciones del granito, emplea maquinaria que Enrique Peinador compra en el extranjero, lo cual aporta gran libertad de expresión al material.


Durante sus estancias en Porriño participa en las tertulias que se celebran en la rebotica de su hermano Jose, donde se reunían a menudo gentes de las artes y las letras. Su padre, Isidro Palacios García, era ayudante de obras públicas, el cual envuelve a la familia en un ambiente de tecnicismo, impregnando el hogar de los Palacios del espíritu de constructividad y de exactitud que acaba marcando el porvenir de los tres hermanos (2).


3.- Obra en Vigo y alrededores.

Vigo, es a principios de siglo, una ciudad en expansión que pasa de ser una reducida villa marinera a convertirse en una ciudad moderna, favorecida por la actividad de una burguesía relacionada con las actividades marítimas. La ciudad adquiere un aire cosmopolita, y se expande hacia el este formando un rico conjunto patrimonial, que conserva un carácter propio, al utilizar en todo su conjunto el granito (3)

Antonio Palacios siempre tuvo una especial atracción por Vigo. Creció siguiendo y estudiando el ritmo de la expansión de la ciudad, en una época en que la burguesía viguesa va a demandar una arquitectura suntuosa y elegante que sea expresión de su posición. Al lado del eclecticismo academicista, aparece la influencia modernista, principalmente vienesa, recogiendo elementos estilísticos y sobre todo decorativos de la nueva tendencia y adaptándolos a edificios de carácter ecléctico, evitando las fuertes rupturas, dentro de una amanerada contención (4).

 El arquitecto desarrolla varias obras en Vigo, hasta que en 1932  presenta su conocido ““Plan de extensión y reforma interior de Vigo”, un ambicioso proyecto para convertir la ciudad en la “Barcelona del Noroeste”, con un plan de ensanche y la construcción de una avenida con edificios monumentales en el centro de la ciudad (5). A pesar de que en un primer momento fue aprobado, el plan suponía derribar gran parte del casco viejo de la ciudad (fig. 1), lo que despertó las críticas de muchos arquitectos de la época y generando un intenso debate. Con la llegada del franquismo el plan fue definitivamente cancelado. 


Figura 1. Maqueta del “Plan de extensión y reforma interior de Vigo”. Archivo Municipal de Vigo.


Entre otras obras que llegó a construir en tierras gallegas se puede destacar el diseño del Consistorio de O Porriño, en 1919, que reúne muchos de los conocimientos y habilidades del arquitecto. Se trata de un edificio de carácter ecléptico y con ciertos contenidos regionalistas, modelado a través de su expresivo gusto por el granito. Otra obra de Antonio Palacios en la zona, es el Templo Votivo do Mar, en Panxón. Construido entre los años 1932 y 1937, constituye una obra de carácter religioso que el arquitecto diseñó gratis para los vecinos y que contaba con unos recursos muy limitados. El historicismo que presentaba el ayuntamiento de O Porrino, ha perdido su carga decorativa, sufriendo un proceso de depuración. El lenguaje aparece marcado por la ruda expresividad del muro de mampostería que se ve acentuada por la presencia de fuertes volúmenes compactos. Esta Iglesia acompañará a otras construcciones de tipo residencial construidas por el arquitecto en la zona de Praia América.


4.- Constructor de Vigo. Teatro García Barbón

La obra que, sin lugar a dudas le otorgó más prestigio en Galicia fue el Teatro García Barbón, y una de las más significativas de su arquitectura. El arquitecto expone claramente su vinculación con la tradición, formulando una arquitectura en la que primen los valores artísticos, a la vez que se convierte en referencial y representativo del espacio urbano en el que se implanta.


Figura 2. Fachada principal del edificio desde la calle García Barbón. Foto de Alejandro Vazquez Losada.


El nuevo teatro sustituye al antiguo Rosalía de Castro, obra de Domingo Rodríguez Sesmero, que sufrió un incendio en 1910. El edificio fue anteriormente adquirido por un adinerado empresario vigués, don Jose García Barbón, y sus herederos encomendaron a Antonio Palacios la construcción del nuevo teatro (6). En 1912 Antonio Palacios termina de diseñar el proyecto, que no se inauguraría completamente hasta el año 1926, ya que la marcha de los trabajos coincidió con el desarrollo de la guerra mundial.


Dibujo de la fachada principal. Alejandro Vázquez Losada.

Planteamientos
El programa exigido se trataba de un complejo que acogía tres funciones principales e independientes: un casino, un cinematógrafo y un teatro. En un primer lugar cabe destacar la disposición del edificio en cuanto a las vistas al mar. La fachada principal mira hacia la calle García Barbón y está flanqueada por dos calles que bajan en el eje de visión de la línea de mar. Desde la calle García Barbón el edificio respeta la visión de la Ría de Vigo para los viandantes. Esto supondrá una avanzadilla de lo que en el futuro plasmará en el “Plan de extensión y reforma interior de Vigo”, el abrir la ciudad al mar sin crear “barreras” de edificios que oculten la visión de la ría (7)

Por otro lado, gran parte de los esfuerzos de Antonio Palacios fueron dirigidos a la fachada principal (fig.2), la cual está inspirada en la Ópera de Paris de Charles Garnier, en la que nos muestra su faceta clásica y monumental, aunque con un carácter más sobrio de lo que es habitual en el arquitecto. Cada una de las piedras que componen la fachada está previamente dibujada y pensada, lo que demuestra el absoluto control que tenía sobre el edificio y los distintos componentes que la integraban. 

Detrás del academicismo de la fachada principal, aparece un mayor rigor formal y modernidad en el resto de fachadas. Los laterales del edificio se componen de una gran superficie de acristalamiento. La fachada trasera que mira a la ría, está diseñada con un gran ventanal de siete metros de ancho por once de alto con el que introducía luz natural al escenario, permitiendo contemplar el paisaje desde el patio de butacas.


El constructor

Las fachadas de granito fueron construidas con piedra del monte de Castrelos  de la zona de Vigo y muy apreciada por Antonio Palacios (5100m3), además de utilizar materiales reciclados del antiguo teatro. Según datos aportados por el arquitecto (8), se gastaron 545149 Kg de hierro exclusivamente empleado en el hormigón, además de 1700 toneladas de cemento “cangrejo”, 1800m3 de arena de río y 3200m3 de grava de Arosa.


Figura 3. Planos originales de Antonio Palacios. Sección del teatro por el escenario, 1913. Propiedad del Archivo Municipal de Vigo.


Pero es en el interior del edificio donde Antonio Palacios muestra su cara más innovadora. Además de contar con los más completos servicios generales para la época (calefacción central con agua caliente, ventilación forzada con turbinas, alumbrado eléctrico general y de socorro, ascensor eléctrico, montacargas para escena etc…), su novedosa estructura de hormigón le hizo destacar en revistas de construcción de la época (9). Los trabajos en hormigón fueron realizados por la casa Santigo Rodríguez, bajo la dirección del ingeniero Ramón Beamonte que ya estuviera al frente de lasobras de cimentación (10).

Al teatro se accede por la fachada principal, a través de una escalera monumental meticulosamente dibujada por Palacios en los planos (fig. 3). Por la fachada trasera se accede al cinematógrafo, que destaca por su gran cúpula nervada, sobre la que se sitúa el teatro. Por último el casino y actual biblioteca (fig.4) se encuentra en la parte más alta, con una vista privilegiada a la Ría de Vigo. Cada uno de los servicios generales está ramificado en sectores aislados, que corresponden a los tres grupos locales en que el edificio se subdivide. 

Aunque el gran corazón del edificio es la gran sala del teatro, que actualmente cuenta con un aforo de 1116 plazas (11). Entre 1983 y 1984 fue rehabilitado por el arquitecto Desiderio Pernas suprimiendo el último anfiteatro y realizando algunas modificaciones, pero sin perder la esencia proyectada desde su origen. El edificio en la actualidad sigue siendo un representante cultural de la ciudad, la combinación de tradición con las soluciones más innovadoras, en posiciones aparentemente contradictorias, engrandecen el valor del edificio, y con ello su arquitecto. 


Figura 4. Actual bliblioteca en la parte superior del edificio. Foto de Alejandro Vázquez Losada.


5.- Conclusiones. El legado

Años después de la construcción del teatro García Barbón, el legado de Antonio Palacios sigue estando presente en la ciudad de Vigo, la cual se dejará contagiar por las tendencias del momento y por la tradición, en la que se mantenía el gusto por la rica ornamentación en granito.

La arquitectura presentada por Antonio Palacios supone un híbrido entre tradición e innovación, entre técnica y espiritualidad, buscando una armonía entre el edificio y el contexto en el que se encuentra. De esta forma, en 1926, mientras el mundo del arte, sobretodo el de la arquitectura, llora la muerte de Antonio Gaudí, en Vigo se inauguraba ese mismo año un teatro que pretendía ser la envidia de España y de Europa. Resulta casi imposible no hacer la comparación entre lo que significó Antonio Gaudi para la arquitectura mediterránea y lo que posteriormente significó Antonio Palacios para la arquitectura atlántica (12). Más que buscar una semejanza en las obras, resulta más obvio compararlo con el impacto que causaron en su entorno. Las corrientes regionalistas de las que se van a empapar, suponen una reinterpretación de la tradición, creando una escuela nueva (13).. Esta demanda, de base tradicional, que enfrenta lo particular a lo general, rechazando las posiciones más universalistas de las corrientes internacionales, está también presente en el pensamiento artístico de algunos destacados miembros de la intelectualidad galleguista durante las primeras décadas de siglo.

Mientras en Vigo, Antonio Palacios, Jenaro de la Fuente y otros arquitectos siguen demostrando su gusto por la expresión con el granito y el trabajo de los ornamentos, en Europa se origina un nuevo movimiento que va a contrastar con su visión de la arquitectura y va generar mucho debate entre arquitectos. 

¿Y qué ventajas obtendríamos adoptando la última moda europea (por cierto calcada en lo accesorio de nuestra arquitectura levantina) de las tristes y monótonas series de casas de liso cemento sin aleros ni tejados, terminadas por planos horizontales, todo ello inservible, por poco práctico para nuestro clima?.. (13).

A partir de la segunda mitad del siglo XX, Vigo cambia completamente su anatomía, potenciado por la especulación y la emigración del campo a la ciudad. El paso del tiempo constituye una señal de deterioro y el avance de la modernidad, que después de rechazar el plan de palacios, los edificios crecieron sin armonía ni respeto hacia los existentes, sobre un urbanismo caótico y una ciudad que le da la espalda al mar (14)

Con el Teatro García Barbón y “Plan de reforma interior de Vigo”, Antonio Palacios demostró que supo adelantarse a su tiempo y visualizar una ciudad moderna abierta al futuro, con sus errores y sus aciertos. Ahora la ciudad sigue huérfana de un arquitecto que la intentó transformar, aunque su legado sigue vivo en las huellas en forma de edificios que fue dejando por su tierra. 



Antonio Palacios. Constructor de Vigo.

Autor: Alejandro Vázquez Losada

Avlosada@gmail.com      2012


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1 Archivo Parroquial de Santa Maria de O Porrino. Fe de Bautismo. 
2  GONZÁLEZ MENDEZ J. Antonio Palacios, Santiago de Compostela: Xunta de Galicia (2004)
3  GARRIDO RODRÍGUEZ, J. Arquitectura de pedra en Vigo, Construcciones Conde y Espacio Vital, 1999.
4  IGLESIAS VEIGA, X.M.R., ,Contenidos regionalistas en la arquitectura de Antonio Palacios en Galicia, Madrid, 1994.
5  “Plan de extensión y reforma interior de Vigo” Archivo Municipal de Vigo [URB 46-47-48]. Concello de Vigo.
6  IGLESIAS VEIGA, J. R., “Arquitectura y cinematógrafo en la ciudad de Vigo: Palacios, Gutiérrez Soto, Francisco Castro y Pedro Alonso” en Espacio, Tiempo y Forma, Serie VII, Tomo 5, Historia del Arte, Madrid, UNED, 1992, págs. 491-535. 
7  “Plan de extensión y reforma interior de Vigo” de Antonio Palacios en 1932. Archivo Municipal de Vigo [URB 46-47-48]. Concello de Vigo. 
8.- “Una interviú con el arquitecto Palacios. Ante la apertura del gran teatro García Barbón” en Faro de Vigo, 23-4-1927, pág. 1. 
9. Ingeniería y Construcción, núm. 35, noviembre 1925.
10 ''" AMV. Correspondencia de obras del Teatro Rosalía de Castro. Urbanismo. Carpeta:URB-118.
11  SÁNCHEZ GARCÍA, J. A., La arquitectura teatral en Galicia, A Coruña, Fund. Barrié de la Maza, 1997
12  GONZÁLEZ MENDEZ J. Antonio Palacios, Santiago de Compostela: Xunta de Galicia (2004)
13. IGLESIAS VEIGA, X.M.R., ,Contenidos regionalistas en la arquitectura de Antonio Palacios en Galicia, Madrid, 1994.
13. Archivo Municipal de Vigo (AMV). Memoria de barriada de Espiñeira. Recogida en la documentación del Proyecto de Extensión y Reforma Interior de Vigo. Urbanismo. Año 1932. URB- 46, 47 y 48
14. GARRIDO RODRÍGUEZ, J. Vigo la ciudad que se perdió: arquitectura desaparecida arquitectura no realizada (4º Edición corregida y aumentada) Diputación Provincial de Pontevedra, 2001



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